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Un paseo en las estrellas

estrellado

Me acerqué a tu boca, anhelando el sabor de tus labios recorriéndome, la acaricié con la suavidad de la yema de mis dedos. Mis labios sintieron el aliento de los tuyos y comenzaste a desnudarme con la dulzura q te caracteriza, manteniendo el deseo en un beso que no llegaba.

Sentí caer mi blusa deslizándose por mis brazos y tus manos sobre mi espalda, mientras por fín me besabas. Yo acariciaba tu pecho deslizando un sólo dedo hacia tu ombligo, para después desabrochar con él el botón del pantalón.

Nuestras ropas cayeron al suelo y levantándome entre tus brazos me llevabas hacia las mantas que habías acomodado bajo la claraboya desde donde solíamos mirar las estrellas.

Mientras las estrellas nos miraban

Yo abrazaba tu cuerpo desnudo con mis piernas y mis manos se enredaban en tus cabellos, jugueteando con ellos al compás de nuestras bocas.

El suelo estaba algo duro a pesar de las mantas, pero el peso de tu cuerpo daba ese toque de placer-dolor que tanto me gustaba. Tú me ibas explorando, labios, lengua, boca y manos… todos ellos sentían el blanco de mi piel cada uno a su manera… cada vez más abajo, te paraste justo en mi vientre para dedicarme una sonrisa, yo me mordí el labio y miré hacia arriba, plena de deseo porque siguieras bajando, entendiste mis palabras no dichas y encendiste, aún más, si cabe, la llama de mi deseo por apagar en ti mi fuego.

Tiraba yo de tu pelo, con suavidad pero con insistencia, mi cuerpo se contorsionaba deleitándose en cada giro que daba tu lengua sobre mi sexo. No parecías cansarte de saborear los manjares de mi esencia, haciéndome gritar una y otra vez gimiendo desde el paraiso… Sujeto tu cara apartándote de tus labores, sólo te miro mientras te incorporo, para luego tumbarme sobre tí en un beso.

Paseo mi lengua sobre tu cuello, ronroneo sobre tu oído y bajando con mis labios mis manos acarician cada centímetro de tu torso, cada surco, cada pliegue, es recorrido por la punta d mis dedos, arañando sutilmente provocando tus gemidos y que el vello se te erice provocando en mí una pícara sonrisa. Tu sexo, en pleno esplendor, esperaba el dulce contacto de mi boca recorriéndolo de arriba a abajo, de abajo a arriba, jugueteando mi lengua entre vaivenes, yo disfrutaba de su vigor, y de su fuerza, cada vez más acelerando mi ritmo al compás de tu respiración, me pediste que parase… y yo negaba con la cabeza… sin dejar mi tarea, lo que te excitaba más aún y tus gemidos se hacían más potentes ,no paré…. hasta que me suplicaste.

Como buena amazona

Me deslicé sobre ti, sentándome sobre mi mejor cabalgadura lista para ser tu amazona, tu aliento se escapó de golpe al sentirte yo dentro al completo, y tus manos dirigían cada impulso de fuerza guiando desde mis caderas. Yo te miraba erguida sobre ti, echada ligeramente hacia atrás para sentir la plenitud de tu miembro, alzando la vista sin ver ya las estrellas. Tu mano se desliza por mi vientre hasta que tus dedos buscan el centro de mi placer haciendo que mi ojos rebuscasen en sus adentros.

Yo no sabía ya cuantas veces subí al cielo. Aparté tu mano y apreté mi pecho contra el tuyo arrastrándolo en cada movimiento que hacía para sentir como entrabas o salías de mí . Te besé salvajemente, te mordí el labio inferior. Incrementando la fuerza en cada golpe de cadera, mezclando tu aliento y el mío. Fundiendo el sonido de tus gemidos y los míos y cada vez más fuerte, mi boca se acercaba a tu boca para dejarla en ascuas. Y cada vez más rápido. Arremetiendo luego en otro beso. Más fuerte. Mis manos se turnaban para acariciar tu espalda o tu nuca en función de lo elevado de tu cuerpo. Más rápido. Tus gemidos resonaban en mi oído mientras tus manos subían y bajaban como locas por mi espalda sin saber dónde pararse. Más fuerte. La pequeña muerte llegaba de nuevo a mis entrañas y yo trataba de resistir a su embrujo. Más rápido. Tu voz empieza a quebrarse. Más fuerte. Y MORIMOS JUNTOS. Como cada vez…

Es que cada vez que miramos las estrellas te empeñas en llevarme a pasear sobre ellas.

Autoría

Autoría de María Madroñal a la que puedes seguir en su blog personal o su página de Facebook.

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